Por huir del destino, has llegado al punto de soslayar las verdades del Cosmo, tomaste el mortecino restrojo de amor que asomo a tu puerta, sin figurarte el rumbo que tales aguas pudiese acarrear, tan solo por simular una falsa solidez.
Pero como lo que es a de ser, sin importar cuanto huyas y te escondas tu fortuna a de llegar a ti en el momento justo y preciso.
quedaran atrás esos momentos de alegrías, fugaz e imperceptible alegría, ya no añoraras lo que siempre te perteneció, reconocerás el espiritud del alma perdida y conocerás su rostro frente al tuyo, y sabrás que siempre fue el.